Peñíscola, la península rocosa, de ahí su nombre, sobre la que se levanta su casco antiguo, está reconocido desde 2013 como uno de los pueblos más bonitos de España.
Llegamos hasta aquí después de rodear por el norte los Parques Naturales de Prado de Cabanes – Torreblanca y el de la Sierra de Irta. Toda la zona parece haber sido creada para el turismo. La zona se antoja como el típico destino mediterráneo, hasta que al final del recorrido aparece el bastión infranqueable del Papa Luna.
Y no es para menos. Hay que cruzar sus murallas, caminar por sus calles empinadas y de fachadas blancas, curioseando entre los balcones, hasta alcanzar el imponente castillo templario. La estatua del malhumorado Benedicto XIII preside la plazoleta de entrada de lo que él mismo declaró sede papal en 1411. La historia del antipapa, como es conocido, está rodeada de misterios y leyendas alimentados por el diseño del interior del castillo, donde se contemplan inquietantes juegos de luces y sombras a través de las ventanas, almenas, escaleras, pasadizos… A la cabezonería de este famoso papa maño se debe la famosa frase de “yo sigo en mis trece”.
Pero no hace falta entrar al castillo para disfrutar y entender la importancia de Peñíscola. Los aficionados a las series tienen otro motivo para su visita. Por sus jardines se paseó en el pasado con todo su séquito Daeneris Targaryen, en la sexta temporada de Juego de Tronos, y basta con asomarse a los miradores que dan al mar para imaginar cómo fenicios, griegos, cartagineses, romanos, bizantinos y árabes miraban con ganas la estratégica península. Desde los miradores, que dan a la costa y dejan ver las playas, se entiende por qué es también célebre como destino de verano. El cine siempre ha tenido aquí un canal publicitario. Charlton Heston, en el papel de El Cid Campeador, fue un gran reclamo para el turismo americano. La imagen de Sofía Loren es siempre un bonito recuerdo para poder dormir a los pies de la fortaleza en nuestra autocaravana, porque no todos logran ganar una batalla después de muerto
