La historia mira a la sierra de Guadarrama
Es en la historia donde uno encuentra la respuesta a la pregunta del por qué hay 104 castillos y fortificaciones registrados en la Comunidad de Madrid. Y es que en una lucha de siglos entre Musulmanes y Cristianos, el territorio que ahora la conforma fue una de las fronteras de referencia. Frente a la necesidad de nuestros antepasados ibéricos de salvaguardar la zona reconquistada, y fruto del carácter territorial y cultural de la época, la fortificación de la zona continuó.
En la zona Norte de Madrid encontramos algunos de los mejores castillos con historia de los que dispone la Comunidad, que permiten al amante del turismo rural descubrirlos al detalle. Para disfrutar de esta comunidad no hace falta recorrer muchos kilómetros.
Castillo Manzanares el Real
A poco más de una hora de la gran ciudad, uno podrá disfrutar de este estandarte de la historia madrileña a los pies de la Sierra de Guadarrama.
Mandado a construir en el año 1475, siglo XV, por el Duque del Infantado sobre una ermita romántica mudéjar, esta verdadera joya arquitectónica es tal que fue declarada Monumento Histórico-Artístico en 1931. Y uno lo entiende cuando visita su galería gótica del primer piso y observa envidioso su valiosa colección de tapices. Un lugar único que además parece que vigila las tierras de Colmenar Viejo y el Pantano de Santillana.
Un espacio elegido para la celebración del acto de constitución de la Asamblea de Madrid en 1982 en el que hoy en día se celebran actividades de interés turístico y espectáculos luminotécnicos o conciertos de música barroca.
El Área de El Boalo es un lugar perfecto para pernoctar.
Carretera M-617 (Boalo-Mataelpino), s/n • 28413 • El Boalo
Castillo de la Coracera
Por capricho de uno de los hombres más poderosos de la España Medieval, Álvaro de Luna, se mandó construir en el siglo XV este castillo que serviría para fines residenciales y de caza. Una parada más que justificada en el municipio San Martín de Valdeiglesias, no solo por la vinoteca que alberga ahora en su interior.
Edificado en piedra berroqueña, con planta cuadrada y donde sobresalen su torre del Homenaje y la barbacana que rodea a la fortificación, el Castillo de la Coracera es la excusa perfecta para escaparse a la comarca de la cuenca del Alberche y disfrutar de la visita de este increíble castillo almenado en Madrid. Si a esto unimos sus maravillosos vinos elaborados a partir de algunas garnachas centenarias, entendemos que estemos antes unos de los santuarios enológicos de España.
Castillo Buitrago de Lozoya
Un trocito de historia que exige ser visto de cerca en el que olvidarse la cámara de fotos debiera considerarse un despiste garrafal. Esta construcción de estilo arquitectónico gótico-mudéjar se encargó de proteger a grandes personajes de la historia como Juana la Beltraneja o Felipe III gracias a su barbacana y foso -destruidos en el siglo XVIII-, y a su perfecto sistema de murallas que se conserva excelentemente a día de hoy.
Un castillo que ofrece al visitante su magnífica puerta de acceso o sus bóvedas de cubrición formadas por arcos de medio punto. Un lugar perfecto que la naturaleza se adueña poco a poco de la zona norte de Madrid.
Castillo de Aulencia
Al estar en la zona del cerro Horcajo, una visita a estas ruinas de la fortaleza – aunque se conservan varios muros y torres de su estructura original- asegura al interesado disfrutar de una de las áreas protegidas de mayor valor ecológico del Parque Regional del curso medio del río Guadarrama, protegido y creado en 1999.
Por desgracia no es fácil visitar este monumento ubicado en Villanueva de la Cañada. Para muchos es el Castillo de Villafranca. De origen musulmán, y aunque se deduce que fue la residencia del jefe árabe de la zona, esta fortificación de tipo mudéjar castellano ha sido objeto de varios propietarios, entre ellos duques y marqueses. Aunque no cuenta con fecha de edificación, la primera referencia de la que disponemos data del año 1450, en el que se le nombra fortaleza.
Realmente es un santuario natural donde las aves tienen un gran refugio. Además, es el lugar de referencia del Centro Europeo de Astronomía Espacial y de la Agencia Espacial Europea.