Renacimiento y cultura en código camper.
Pasear por San Clemente es confirmar la elegancia del Renacimiento. En este pequeño pueblo al sur de Cuenca las dimensiones son las justas para descifrarlo a pie. Plazas, monumentos, palacios, conventos y grandes historias nos esperan, legado de un esplendor rebosante en el siglo XVI.
San Clemente es amigo de los autocaravanistas. Así nos lo hicieron saber al abrir su área pública y gratuita la Celadilla para autocaravanas. A escasos 200 metros del centro del pueblo, bien iluminada, tranquila, con agua y con zona de descarga de aguas grises y negras. 10 plazas dentro del propio pueblo, en la carretera Cementerio 17, en las que se nos permite pernoctar hasta tres noches, aunque podemos solicitar el permiso de extensión.
Entre los días de feria, del 18 al 23 de agosto, el área se reubica. Para más información ponerse en contacto con la oficina de turismo: 969 301 200.
¿Se hace una idea el viajero de la importancia histórica y económica de esta localidad en antaño? La Pequeña Corte de La Mancha la llamaban. Elegante, de pasado románico y antiguamente capital de la Mancha Alta y la de Montearagón. Declarado en 1980 Conjunto Histórico-Artístico. Lugar de residencia de más de 80 familias hidalgas, resultado del apoyo que recibió Isabel la Católica de este pueblo en el enfrentamiento con Juana la Beltraneja por el Trono de Castilla.
De las familias hidalgas quedan a día de hoy unas cuantas casas señoriales. El Palacio del Marqués de Valdeguerrero, el Marqués de Melgarejo, el Palacio de Oma o la Casa de la Reina Mora. Para fantasear sobre historia e invasiones, la fortaleza medieval a orillas del Záncar, el Castillo de Santiaguete, que servía como lugar de vigía.
Al viajero y autocaravanista con alma de peregrino le parecerá curioso saber que este lugar es un inicio de uno de los Caminos de Santiago. Desde aquí se comienza el Camino de la Santa Cruz, basado en la peregrinación que hizo de 1643 a 1646 Fray Francisco de la Cruz a los Santos lugares de Roma, Jerusalén y Santiago de Compostela, con una pesada Cruz a cuestas, siendo ya anciano y alimentándose exclusivamente de pan y agua una vez al día.
Entre historia y caminos, San Clemente es un pueblo Caravan Friendly para ser recorrido a ritmo de otra época.